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Autorretrato Sonoro Binaural

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Este ejercicio para la asignatura Arte y Tecnología II, se trata de una grabación binaural, por lo que es necesario escucharlo con auriculares para entender el efecto que produce un micrófono binaural, también recomiendo que cerréis los ojos.
Se podría catalogar como pieza sonora surrealista. En ella se juntan escenarios muy diferentes, algunos más figurativos como la playa, u otros más abstractos como las combinaciones de sonidos finales. Estos escenarios se entrelazan mediante puertas e incluso un ascensor, creando una especie de «arquitectura» que une ambientes de una forma fantástica.

Comienzo con espacios realistas, en los que me gusta estar, como el mar, el skatepark, y poco a poco me adentro en ambientes fantásticos, quizá un reflejo onírico de cómo funciona mi cabeza, cambio de sitio muy rápido, el tic tac del reloj (reflejo del tiempo que no podemos controlar pero ahí está) agobiando cada vez más en ese camino, una lucha interior en la que se destrozan objetos (conceptos sobre la realidad) y al final todo se vuelve una locura que acaba con una sucesión de portazos de todo lo que hemos vivido.

 

 

 

Nido

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Se trata de una instalación para un trabajo del a asignatura Laboratorio. El punto de partida del ejercicio se encuentra en un documental sobre unos pájaros que realizan «esculturas»/nidos para atraer a las hembras, y se habla de la posibilidad del sentido estético de éstas. En un comienzo aparecieron ideas que tenían que ver con la atracción del sexo opuesto relacionadas con el concepto de cama asociado al nido y al sexo, ideas sobre la vestimenta relacionadas con el aspecto colorido de los pájaros, pero nos fuimos hacia el concepto de espacio, de envolvente que tenían algunos nidos en ciertos casos. La idea consistía en crear una sala íntima, que transmitiera una sensación agradable y una sugerencia hacia el sexo. No nos limitamos al único sentido de la vista, sino que tocamos también los sentidos del olfato y el oído, y también entra en juego la sensación térmica. En el interior utilizamos incienso, velas y luz roja para crear ese ambiente íntimo y agradable, aislante del mundo real, que te hace envolverte únicamente de lo que tienes alrededor. Con las velas y los proyectores trabajando en ese espacio reducido se consigue la temperatura perfecta, para estar a gusto sin tener demasiado calor. La música incita en cierta medida a un tranquilidad pero sin provocar una relajación total, acompañando a las escenas proyectadas. Ya cerca de terminar, es importante hablar de la distribución de los proyectores. Antes de entrar vemos en la cortina que separa la sala con el exterior imágenes proyectadas desde dentro que al entrar nos deslumbra ligeramente lo que genera una pequeña confusión ya que enfrente tenemos una proyección de los vídeos con escenas eróticas tomadas del cine, y justo debajo un espejo en el que estamos reflejados viendo la pa proyección que nos apunta y formando parte de la imagen. Esta aparición del yo del espectador hace referencia a esa búsqueda que tenemos del yo en la otra persona, pero que realmente es inalcanzable. El espectador participa también en la imagen con un último proyector colocado en el lateral que proyecta la imagen junto con la sombra del espectador. Todo esto hace al público evocar el sentido del tacto, quiere formar parte de algo, quizá de la escena que está viendo, quizá de una versión propia de esa escena o incluso un recuerdo, pudiendo incluso sacar a flote una frustración interior, pero esa es la diferencia entre el pájaro y el ser humano, el pájaro una vez que encuentra a la pareja adecuada, no estropea esa relación.

Si os habéis cansado de leer ya termino con un par de fotografías de la instalación, el vídeo de la instalación y los vídeos proyectados:

Es una pena poder mostrados sólo esto, pero una instalación es algo muy efímero, aunque realmente puede ser el medio artístico más impactante. También quiero decir que en este trabajo en grupo he compartido mi tiempo con una persona que es completamente opuesta a mi en la forma de hacer las cosas, algo que normalmente provoca en mi una cierta repulsión pero que esta vez, no sé por qué, ha hecho que funcionemos bien juntos, y siento una cierta fascinación al ver cómo alguien hace las cosas de una forma que no es entendible desde mi forma de ser. ¿Debería contagiarme de esa forma alocada de hacer las cosas? ¿O trabajar juntos sin cambiar puede dar un buen resultado? Este año tendré algo más en lo que pensar aparte de en la creación artística…

Un saludo